lunes, 26 de marzo de 2012

Llámame tonto y dame pan.



Llámame tonto y dame pan. De esta manera podíamos titular el resultado electoral en Andalucía. Si hay una dictadura peor que la impuesta por la fuerza de las armas es la impuesta por el propio miedo. Si a ello le sumamos lo irracional de ese miedo da como resultado que sigan apoltronados los mismos tras 30 años de autonomía. Ahí es nada. De nada ha valido el índice de paro en nuestra comunidad como tampoco los sangrantes casos de corrupción generalizada que una vez más hacen de Andalucía la tierra saqueada por excelencia. El aparato de poder instaurado por el PSOE andaluz es tal que la metástasis del clientelismo político hace inviable un cambio de rumbo por el aborregamiento propio de una parte de la sociedad andaluza que ve más al PSOE como el analgésico que quita el dolor crónico frente a otros partidos políticos que serian los que propondrían una cura definitiva a expensas de sufrir durante el proceso curativo.

Ver al PP escenificar una victoria amarga no me duele tanto como la teatralización hipócrita de una derrota socialista con tintes humildes a sabiendas de que gobernaran con el apoyo de Izquierda Unida.

No me duele la derrota del PP, me duele el inmovilismo político, el clientelismo andaluz, el servilismo mamón de las marmotas de Andalucía que cantara allá por el año 1999 el genio de las letras gaditanas Juan Carlos Aragón en un pasodoble como dardo envenenado dirigido tanto a la derecha andaluza como al vasallismo andaluz. Curiosamente, pasados 13 años, el vasallismo, el clientelismo y el servilismo mamón siguen vigentes pero bien podríamos apuntar al PSOE como los chulos a caballo que hacen de este Andalucía su particular coto de saqueo y desvergüenza política.
Algún día tendremos que dar respuesta a nuestros hijos cuando nos pregunten por qué Andalucía sigue estando a la cola de del mundo desarrollado. Se nos debería de caer la cara de vergüenza al responder aquello de: Por culpa nuestra hijo, por culpa nuestra.

2 comentarios:

David Rodríguez Jiménez-Muriel dijo...

De por culpa nuestra nada...

Por culpa socialista, hijo. Por culpa socialista. Y quien en alguna ocasión lo ha votado...

J. Carlos Medina dijo...

SSe puede ser culpable por acción o por omisión. Unos, los que votamos mayoritariamente una y otra vez al PSOE (nótese el plural mayestático) y por omisión todos los que de una forma u otra, tildándose de derechas, o izquierdas, no siendo el PSOE, no han sabido convencer e ilusionar a esta comunidad autónoma o no han hecho algo más de lo que podían haber hecho.
Lo que viene denominándose como: Entre todos la mataron y ella sola se murió.