lunes, 24 de mayo de 2010

Lealtad


Observo con tristeza como aquellas heridas de las dos Españas que creía sanadas siguen supurando infectadas por una bacteria llamada resentimiento. Mucho se ha escrito y dicho desde que el juez Garzón inició una cruzada contra el franquismo y hasta ahí nada sería sorpresivo dado el afán de protagonismo de este juez y también, porque no decirlo, la buena intención que le supongo al querer ajusticiar a todos los dictadores de este mundo.
No me entristece tanto el errático camino que tomó el juez instructor sino el que ha comenzado parte de nuestra sociedad. Mientras a Garzón no le quedó otra que dar marcha atrás a su intención de enjuiciar lo que no podía muchos medios de comunicación, muchos organismos, muchos políticos, demasiados muchos de todo han tomado partido en una guerra que terminó hace 71 años y por una dictadura que debería mirarse desde un punto de vista mas sosegado.
Ni que decir tiene que estoy en contra de cualquier tipo de dictadura y si es en mi propio país mucho menos. Estoy totalmente a favor de devolverle la dignidad perdida a todos aquellos que fueron injustamente asesinados. Estoy a favor de dar digna sepultura a todos aquellos que permanecen en fosas comunes.
¿Pero qué es lo lamentable de todo esto? Lo lamentable de todo esto es que nos hemos erigido en herederos de algo que no nos pertenece. Nos hemos convertido en aquello que enterraron los que de verdad padecieron y sufrieron directamente las consecuencias de una guerra y posguerra que duró hasta la muerte de Franco. Nos hemos apoderado del resentimiento y del recuerdo enterrado por una sociedad que firmo la paz cuando este país cruzó, de una forma pacífica, de una dictadura a una democracia.
Nací en el 69 y el recuerdo directo que tengo de Franco fue el día que no hubo clase motivado por su fallecimiento. Entonces yo me pregunto: ¿Tengo derecho a pisotear la voluntad de los que realmente miraron hacia el futuro cuando enterraron sus rencillas y miserias para darle a esta España nuestra una sociedad en paz?
Leo y oigo relatos y alegatos de quienes padecieron de forma directa o indirecta los horrores de una guerra independientemente del bando que militasen. Leo foros de republicanos y nacionalistas en los que el odio es tan patente que da escalofríos, cuando lo mas seguro es que estos foros están regentados por niñatos que seguramente no tendrán ni la mas remota idea de lo que supuso esta guerra. Puedo entender, y entiendo, los lamentos de personas con familiares, amigos, vecinos o conocidos que fueron atrozmente asesinados por parte de nacionales o republicanos. Todos, absolutamente todos, tienen razón pero soy de la opinión de que en una contienda, cuando los dos contrincantes tienen razón es porque ninguno de los dos la tiene.
En una guerra, en esta guerra, no perdieron los republicanos ni ganaron los nacionales, quien perdió realmente fue España ya que en una guerra no gana nadie. Una guerra de por sí ya es una derrota de una sociedad y a partir de ahí todo es un “sálvese quien pueda”.
Devolver la dignidad a los muertos no implica tener que hacer reproches a nuestro pasado. Eso no es memoria histórica eso es infectar una herida que creía sanada. El juez Garzón que se las apañe en el baile de cuchillos largos y nuestra sociedad debería respetar la voluntad de los hijos de la guerra y no volver a tomar partido por nada ni por nadie que fuese en contra del espíritu de la transición. Al fin y al cabo todos perdieron mucho en aquella guerra y todos ganamos bastante con la democracia.

2 comentarios:

Luigi dijo...

Bordao, niño, bordao...

David Rodríguez Jiménez-Muriel dijo...

Has caído en los tentáculos de la mentira de la "memoria histórica", que tiene de arma e instrumento político y de rencor amasado todo le que le falta de ejercicio de devolución de la dignidad. Criticar la dictadura por sus calamitosas ejecuciones a la vida, lleva aparejada hacer un recuerdo de una II República que con sus actos y con los que la consumaron, propiciaron la dictadura. Todo tiene un origen, y en la izquierda represora y asesina del momento se gestó una guerra. Sin la república nunca hubiese habido dictadura, sino es que empezó la dictadura en la república, ojo.

Pero te corrijo en algo: la guerra sí la ganaron los nacionales. POR GOLEADA... Eso es lo que no toleran algunos. Menos gaitas, y los cojones cuando hay que echarlos. Que con 5 millones de parados y un millón de casas sin ingresos, buscar huesos, así fueran de Atapuerca, merecería cárcel.

Y si se lleva un rapapolvos legal y público el juez, estaré muy contento. Muchísimo. Aquí el único intocable es el Rey, y le hacen mofa, escarnio e incendios, cada dos por tres. Así que el de Jaén que la mame si tiene que mamarla.

Que la historia no se puede escribir setenta y pico años después. Sí, Raúl falló un penalti, coño. Pero como se empeñen algunos, de aquí a setenta años fue por la represión fascista que hizo que el estado federal español, perdiera sus posibilidades de hacer Alianza de Civilizaciones con el fútbol.

Comerme lo que rima con efebos, fideputas...