Viene a cuento todo esto por sus declaraciones, llamémosle poco afortunadas, a cuenta de la muerte acaecida estos días de un disidente cubano llamado Orlando Zapata (q.e.p.d).
Para este necio disfrazado de izquierdista tontuno pero con muy mala leche va dedicado este pequeño poema.
Es la ciega necedad del ser
lo que hace a este mas grande
por mirarse en el espejo y no ver
lo que tiene delante.
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